Hasta hace relativamente poco tiempo se pensaba que el deshielo del ártico venía causado únicamente por el aumento de la temperatura del aire por culpa del calentamiento global.
Ahora unos estudios demuestran que la pérdida de masa glacial viene sobretodo derivada de las corrientes de agua cálida que pasan por debajo del ártico y que están haciendo que cada año se pierdan unos 7 metros de grosos de hielo.